El tiempo sin migraña es un regalo
Hoy me he despertado y, mientras cogía el metro, he tenido esa sensación de miedo, y a la vez, de sentirme afortunada.
Hoy pienso en que, de repente, podemos dejar de estar, sin más, sin aviso.
Pienso en lo que lleva a alguien a tirarse al metro, o pienso en la mala suerte de cruzarse con quien no debieras en la vida y perderla de golpe.
Pienso en que, en un momento, tu vida cambia, y pasas de estar a no estar. Una enfermedad, un dolor invisible, un dolor ignorado o confundido, una caída tonta, un despiste, un accidente cualquiera.
Y como eso no se puede controlar del todo, nos toca seguir viviendo. Pero me queda claro que nos toca, y que debemos, vivir disfrutando y agradeciendo.
Pensando en que soy lo que soy, y no en lo que quiero ser. Pensando en que la vida viene y tienes que surfearla.
Pensando en que lloramos por el dolor que tenemos, pero ¿qué hacemos cuando no lo tenemos?
Aunque sean 5 minutos sin dolor, vívelos sin miedo, vívelos por los otros 1.435 minutos del día que no has disfrutado.
Tienes 300 segundos sin dolor. Son pocos, pero son segundos.
300 segundos sin migraña.
300 segundos sin ese dolor insoportable.
300 segundos sin ese dolor invisible, ese dolor incomprendido, sin ese dolor estigmatizado…
300 segundos de paz.
¿Qué te parecen 3 horas y 6 minutos?
¿Mucho tiempo o poco?
3 horas y 6 minutos de dolor son insoportables.
3 horas y 6 minutos de tu concierto favorito pueden ser un disfrute enorme, y pasar volando.
¿Os imagináis 3 horas y 6 minutos riendo? Este tiempo es el récord que tiene una persona con un ataque de risa.
Pagaría por ello cuando estoy en medio de un ataque de migraña. Pagaría por solo tener 300 segundos llenos de felicidad. Cambio ataque por ataque. Migraña por risa.
Daría mi vida por un segundo de abrazo de quien no está, pero luego perdemos el tiempo sin abrazar a los que sí.
Aunque sea con dolor, sin calidad, matándonos en vida… pero tiempo que estamos.
Porque esto es la migraña: algo que no nos mata, pero que nos quita la vida.
Nos quita la calidad de vida.
Nos mata en vida.
Y me niego. Me niego a que me robe más.
Esos 300 segundos no me los robará.
¿Y si pensamos en ese beso que nos da nuestro marido cuando nos morimos de dolor? ¿O nuestros hijos?
Ese beso, ese apretón de mano, es un lujo.
Me quedo con esto. Por mucho dolor que haya… voy a quedarme con el recuerdo de ese microsegundo de alivio cuando me dan ese beso, esa caricia o ese apretón.
Vivir con migraña crónica a veces significa valorar lo que otros ni notan: una pausa, un gesto, un instante sin ruido en la cabeza.
El tiempo, eso que se escurre y que no valoramos como debemos, hasta que lo perdemos.
¿Nos quedamos, al menos, con un segundo de felicidad?
De momento, es lo único que puedo escoger.
Patricia 💋
#MamaTieneMigraña
#LasCarasDeLaMigraña #convivir #actitud #sonrie #notjustaheadache#migrañaFacts #migrañaCrónica #mamatienemigraña #mummyhasmigraine #notjustaheadache #dandolevozalamigraña #demoslevozalamigraña #dolor #migranya #migraine #migraña #concienciación #MasFuerteQueLaMigraña
#MeNiegoAQmeQuiteLaSonrisa #labioRojoContraLaMigraña💄 SurfeaLaMigraña 🤙🏼